1.21.2011

Héroes de cómic argentino


Antes todas las noches veía una o dos películas, todo el año pasado y lo que va de éste, he tenido que conformarme con ver solo un episodio de South Park, y dejar las películas para el fin de semana, ya que tengo demasiado trabajo. No obstante, últimamente trato de ver episodios de series de TV, que se consiguen en internet con una facilidad pasmosa, recientemente me he acostumbrado a ver una serie que solo puedo definir como un placer culpable, Life, de NBC, la historia de un policía que purgó una condena de 12 años por un crimen que no cometió y que al ser exonerado volvió al cuerpo policial ascendido a detective. Los casos que resuelve el detective Crews son ridículos, dignos de series como Remington Steele o Moonlighting, y de hecho la serie parece una comedia, pero no lo es, no es que sea una obra de arte, pero sí es original, el centro de atención no son los absurdos y sencillos casos, si no el desarrollo del personaje, un policía que se guía por la filosofía zen y que resuelve los casos por pura intuición. pero es que tiene algo especial este Crews, un algo de sufrido, de tipo al que le arrebataron todo pero que igual no se queja, me recuerda un poco a los héroes de comic argentino, de esas revistas de Record y Columba, escritos en su mayoría por Robin Wood, Savarese, Nippur, Shane, que eran auténticos caballeros andantes, un tanto patéticos, muy dignos, y muy éticos, pero así mismo, muy alejados de los optimistas héroes norteamericanos. Los héroes argentinos, eclécticos y absurdos también, vivían imposibles aventuras en falsos Brooklyn e imposibles Bronx, escritos y dibujados por artistas muy talentosos y muy mal pagos, que jamás habían visitado esas ciudades (Horacio Altuna diría una vez, que, al visitar New York, no la encontró tan distinta a cómo la había dibujado), el detective Crews, con su amargo pasado, su matrimonio destruido y el desprecio del cuerpo policial me recuerda a los héroes argentinos, a pesar de ser tan americano él, de citar con descaro frases sacadas del Reader's Digest y de no tomarse en serio nisiquiera las audiencias de asuntos internos. Porque es que Crews, en la oscuridad de la noche y en secreto, va fraguando una venganza digna del conde de montecristo contra los que le tendieron la trampa que le costó su carrera. Lo más cruel de todo es que la serie, mucho mejor que la mayoría de las alienantes series americanas del promedio, coincidió con la huelga de los guionistas de Hollywood de hace pocos años (parodiada con sorna en South Park), y vio su rating muy afectado, al punto de que se canceló en la segunda temporada, sin que Crews pudiera desenmascarar a los culpables del crimen que le achacaron. A mí me gustó mas este Crews de Life, que el policía asesino Dexter (que nunca he podido tragar), que los melodramáticos Zombies de Walking dead (eso sí, mucho más espectaculares que el mediocre cómic que los inspira), o que la reina de la cursilería, Jennifer Love Hewitt hablando con los muertos. De la misma manera que Nippur me gusta más que Conan, o Savarese me emociona más que los mismos Intocables.

1.07.2011

el blog de diegogue presenta: el top de películas que terminan con una mujer conduciendo su vehículo hacia el infinito

  1. Atlantic city
  2. Terminator
  3. Atame
  4. Thelma y Louise
  5. Jacky Brown