6.15.2018
El sobrino
Tendría entre 20 o 25 años. Se acercó y me preguntó si estaba libre al día siguiente que era sábado. Debía ir al hospital a ver a su tío, de hecho, debía ir y quedarse a acompañarlo todo el fin de semana. Le dije que podía pasar por él a las seis de la mañana. Mi hermano y mis amigos me esperaban en la esquina, les hice señas con la mano para que me esperaran mientras mi posible pasajero me decía dónde debía pasar por él. Creo que cuando se aproximó a mí sonreía, con mi hermanos y mis amigos veníamos contando chistes, o burlándonos de algo o alguien, y él se acercó con una sonrisa como por confraternizar, pero a la medida que me hablaba de su tío se iba entristeciendo. Le pregunté, todo lo respetuosamente que pude, qué tenía su tío. Era enfermo terminal, tenía sida. Yo le puse la mano en el hombro, y le dije que tenía que ser fuerte, y que sí, que a la mañana siguiente pasaría por él. Se marchó caminando en dirección contraria a donde estábamos mis amigos y yo. Me quedé pensando que nunca le había puesto la mano en el hombro a un desconocido.
Etiquetas:
slumberland
0 comentarios:
Publicar un comentario